La “Machita” que nos topamos entre Alajuela y San José
La empresa TUASA desde hace un mes incorporó en su flotilla de choferes a doña Anita o Machita como más se le conoce entre sus compañeros.
Para Grupo TUASA es un gran privilegio contar con los servicios de una mujer en un ámbito laboral que siempre ha sido dominado por hombres y no dudarían en abrirle las puertas a más mujeres que deseen emprender en esta ocupación.
La empresa en general cuenta con gran recurso humano femenino en todas sus áreas, sin embargo, el caso de doña Ana adquiere mayor relevancia por ser la única mujer en ocupar un cargo como este.
Acá les queremos contar un poco más de ella.
Sus inicios…
Doña Ana o “Machita” como se le conoce en los planteles de autobuses de TUASA, tiene un mes de trabajar para la empresa; y sí, aunque por años esta ocupación ha sido vista como un trabajo de hombres, doña Ana decidió romper con esos paradigmas sociales, siempre apoyada por su familia.
Machita por muchos años se dedicó a la costura, trabajaba en una maquila confeccionando diferentes prendas, sin embargo, este no llenaba sus expectativas.
“Yo pensaba en realizar algún trabajo que me entretuviera y que, además, me ayudara más económicamente y un día vi de forma detallada un bus y entonces mi hija me motivó a hacerme conductora de autobuses, sabía que era un trabajo muy duro de ejecutar, pero mi motor fue el apoyo de mi familia”, comentó Ana.
Y así fue como inició su aventura, empezó a pagarle a un chofer para que le enseñara a manejar bus y todos los días practicaba 2 horas; luego de 8 meses obtuvo su licencia de conductora de bus.
Antes de estar en TUASA, Ana laboró para otra empresa de rutas, “tuve que ir a una capacitación de la empresa por 3 semanas, era una escuela de manejo que ellos tenían y bueno la tuve que hacer pese a que yo contaba con las condiciones para laborar, pero por lo general confían más en los hombres para este trabajo”.
También recuerda que en su primera carrera con pasajeros la mandaron con un compañero y éste le dijo que si se sentía presionada le diera la unidad y él le ayudaba. Sin embargo, doña Ana se sentía muy emocionada y ansiosa por desempeñarse como chofer y ejecutar las múltiples tareas que la ocupación requiere, el trato con los usuarios, el cobro del pasaje, la carretera, situaciones a las cuales ella no está acostumbrada.
En TUASA
Actualmente nos topamos a Machita en la Ruta San José- Alajuela, regalando a todos una gran sonrisa, aún así, debe poner su mejor rostro ante muchos prejuicios, “existen diferentes tipos de usuarios y personas, algunos me felicitan por hacer trabajos que son de hombres, algunos muestran temor en sus rostros y otros me han insultado diciendo que, si una mujer en carro es un peligro, imagínese ahora en bus. Muchas mujeres me apoyan y entonces yo las motivo a que luchen por lo que les gusta, ya que yo logré ver en este trabajo una fuente para generar dinero y ayudar a mi familia, y no depender de nadie económicamente, ojalá y más mujeres lleguen a ser conductoras de autobús”, relata.